miércoles, 31 de agosto de 2011

Enredos y más enredos..


No se podía ver a nadie, ni nada en la calle. Casa de madera, lluvia que caía. Un día de invierno, como otros tantos, una luz nubosa del exterior se adentraba en la casa.  En salón, pequeño y acogedor, se podía apreciar un suave calor procedente de la chimenea. En frente de esta, un sofá no muy grande, blanco y acolchado donde se reposaba ella.

Tapada con una manta, reflexionaba contemplando la luz del fuego.  Otro día se acababa y ella seguía sola.  

A veces reflexionar tanto, te come por dentro, tanto que ya quedas sumergido en ti. Puede ser bueno o malo, pero te pierdes. No sabes hasta donde puedes llegar con tu mente. 
Tus ideas se mezclan unas con otras. Nada se ve claro y claro nada se ve.

Día a día buscas como desatar ese nudo confundes nostalgia con angustia, felicidad con imaginación…pero aun así, insistes en buscar una solución.



K.Rodríguez







Ha pasado tiempo desde la ultima vez que escribí, día tras día pensaba en que podía escribir. Nada se me ocurría. Esto es lo único que es puedo dejar. Pero para mí sigue siendo importante, porque lo que expreso, aunque no lo parezca, tiene un sentido...
¡Hasta pronto!

2 comentarios:

  1. Todo llevado a sus extremos se vuelve negativo. La reflexión como un método de nejora para uno mismo si es profunda y sin engaños es saludable.Gracias a ella evitamos males mayores en nuestras vidas. Me recuerda el "cuente hasta cien antes de actuar". Dedicarte un rato díario a reflexionar contigo mismo es lo mejor para encauzar mi día a día. El Maracas

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  2. El absurdo poder lde la mente, últimamente pensamos demasiado sí.

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